Hace poco más de 50 años, el Gyrofocus se lanzaba a la conquista del mercado mundial de las chimeneas.

Hoy en día, este modelo, que ha ganado premios internacionales y prestigiosos, ofrece el gas como combustible.

Al pasar por una tubería aislada escondida, el gas (butano o propano) crea auténticas llamas en troncos de cerámica.

Gestionada por control remoto, sin emisiones de olores o partículas, esta chimenea puede ser utilizada en casas particulares así como en grandes hoteles y restaurantes.

Ha sido expuesto en el Museo de Arte Contemporáneo de Burdeos en 1996, en el Centro Nacional de Arte Contemporáneo de Grenoble en 1997 (Francia) y en el Museo Guggenheim de Nueva York en 1998.